Revista Bohemia

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El Lugar de la Mujer

Es curiosa la capacidad del hombre de odiar lo desconocido. Todo aquello que queda lejos de la imaginación se odia o se siente curiosidad. Normalmente sucede con más frecuencia lo primero. La Historia nos ha mostrado cientos de veces la capacidad destructiva que podemos llegar a tener. Negros, judíos, gitanos, árabes, asiáticos, minusválidos, homosexuales,...
Son casos extremos que nos impactan quizás hoy, pero que en un tiempo pasado fueron pan de cada día. Todo lo desconocido produce miedo y el miedo lleva al odio.

El "dominador del mundo", el hombre blanco, se ha creído que está por encima de todo, tiene el poder, es su excusa. No importa quien se ponga por delante, es sólo un obstáculo que se debe eliminar.

Por debajo de esta terrible pirámide jerárquica nos encontramos a la mujer. ¿Por qué? Son preguntas sin respuestas. Preguntas anónimas que carecen de sentido para los hombres y que producen humillación para las mujeres.

¿Por qué la mujer debajo del hombre?, ¿Por qué la odiada?, ¿Por qué se reprime tanto su condición?

A veces pienso que es por envidia, envidia de que la mujer tenga la capacidad de dar vida y el hombre no la posea. Envidia de que pueda ser igual que nosotros. Envidia de que haya alguien igual.

Es una vergüenza pública que esto esté pasando todavía en nuestro tiempo. Antes con la mujer encerrada en la cocina, reprimida en cuatro paredes sin poseer libertad alguna ni de pensamiento ni de acción. Hoy con el típico "que zorra" o "que guarra" es la tía esta.

Son acciones y juicios que se llevan haciendo desde el principio de los días, desde que nuestras abuelas eran niñas y tenían sueños que cumplir. Algunas lo hiceron, muchas se quedaron por el camino al ser desacreditadas por un régimen machista que sus valores están impregnados de ignorancia, estupidez y cobardía.

Recuerdo mucho una frase que me dijeron no hace mucho tiempo, en que se hablaba que la mujer está ahora mejor que nunca. "Gracias a aquellas que hacían locuras en las manifestaciones feministas como quitarse el sujetador o miles de huelgas, nosotras estamos en puestos de trabajos importantes o estudios avanzados".

La verdad es que digno de elogio lo que hicieron, pero aún falta más. Aún falta más lucha, más coraje y más guerra. Todavía las sombras del machismo están impreganadas en nuestra sociedad, con comentarios, chistes, trabajos y lenguaje.

Lo último fue una manifestación "a favor de la vida" el pasado mes de octubre donde miles de voces se levantaron en contra de la dignidad y la libertad de la mujer. Miles de voces de mujeres que han sido enseñadas en el machismo y que no les deja ver. Miles de voces de hombres que no tienen ningun tipo de derecho de decir "NO AL ABORTO". ¿Quíenes son ellos para decir que no al aborto?
¿Acaso dan vida? ¿Acaso es su cuerpo el que sufre las concecuencias del parto?

Me gustaría concluir no sin antes mandar un aliento de fuerza a todas aquellas que por algún modo u otro han sufrido cualquier tipo de agresión, tanto física con psicológica. Decirles que no están solas en este mundo, que luchen para que exista justicia, para que sus hijas tengan bastante camino ya recorrido. Decirles que en esa lucha
también habrá hombres, hombres que son justos leales y que como ya decía Steig Larsson: "No odian a las mujeres".

Yo lo tuve que aprender, pero espero que mis hijos nazcan con la igualdad ya aprendida.


Pedropa García

1 comentarios:

Bravo, Pedropa, me ha encantado. ^^
Estas cosas hay que decirlas más a menudo.

 

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